La diversidad funcional es positiva

Las personas con diversidad funcional sufren, no sólo médicamente, sino también en lo personal y en lo social. En cualquier caso, se sienten diferentes y no se amoldan a las normas universales ni sociales impuestas a la población. No es fácil etiquetar o categorizar la diversidad funcional, pues hay varios tipos de diversidad funcional. Algunas son visibles e invisibles, temporales o permanentes. Unas diversidades son funcionales y otras las personas no pueden funcionar. La diversidad funcional no es estática. Es un proceso que cambia. El problema es que la diversidad funcional ha sido sólo definida por los hospitales, el Gobierno, y el mundo laboral. Lo consideran como un problema que hay que solucionar. La pregunta que se hacen es si la persona es capaz, competente, e incluso funcional.

Yo me siento vulnerable porque voy en silla de ruedas y tengo problemas de articular palabras debido al accidente. Me siento especialmente discriminado y desplazado porque el mundo no está adaptado a mí y tengo que luchar mucho más para conseguir incluso cosas pequeñas. A nivel económico mi situación tiene un coste mayor que hay que asumir individualmente y por la sociedad. A nivel médico se considera mi discapacidad como una fase cara terapéuticamente que requiere mucha investigación médica, farmacéutica, y de prótesis. Algunos influencers proponen soluciones médicas increíbles. Llevan a prótesis mejores o a sillas de ruedas de última tecnología.

No soy el único que siente así. Sorprendentemente la World Health Organization afirma que hay 1,3 billones de personas (el 16% de la población global) que tienen experiencia con la diversidad funcional. Hay que contar las personas con hambre, los viejos, y los niños/as. El número está aumentando por que las personas viven más y hay más enfermedades contagiosas. También sigue habiendo guerras y conflictos naturales.

La discapacidad se considera como un problema que hay que solucionar. ¿Entonces porqué se tiene que amoldar al espacio sólo a las personas con diversidad funcional? Es una pregunta equívoca. El mundo no se tiene que adaptar a las personas con diversidad funcional. Hay que reconocer que el mundo ya cambia, es diverso y diferente a lo establecido socialmente. La pregunta es entonces¿cómo hacemos nosotros para adaptarnos al mundo diverso y dinámico de diversidad funcional?

A nivel social se asume la discapacidad como más cara y fea. La realidad es que estas propiedades son mitos. No es más caro, es mucho más caro hacer un edificio y luego reformarlo para hacerlo accesible. Lo feo es subjetivo y cultural. Para mí es mucho más feo un edificio que no es accesible. Como dice el atleta superviviente de cáncer Scott Hamilton: “la única discapacidad en la vida es la mala actitud”. La reacción de casi todas las personas con diversidad funcional es de frustación hacia la sociedad que les ignora y les discrimina. Estas personas tienen una tendencia hacia el activismo y a criticar esta discriminación.

Se dice que las personas con diversidad funcional viven peor que sus padres. Se les pide mucho más y no alcanzan al estado de bienestar de sus padres. Frente a esta realidad su reacción suele ser contraria y negativa. La reacción de las personas con diversidad funcional es ser activista, o excelentes en el deporte. Muy pocos son intelectuales, emprendedores, jefes, o simplemente seres humanos con diversidad funcional. La diversidad funcional no es una única experiencia e identidad. Tienes diferentes capacidades. Estas personas aceptan más la diversidad, la anormalidad, vulnerabilidad, y limitaciones. Se preocupan de otros problemas y cambia la relación con las otras personas.

Yo no me he sentido frustado después de mi accidente. Mi activismo es positivo e incluso intento difundir felicidad. Por eso no me gusta sentirme víctima o ser una inspiración. No soy un modelo, porque me equivoco más que otra gente porque me cuesta más hacer las cosas. Dependo bastante de mi familia, de mi pareja con quien vivo, y de la sociedad que me ayuda. Sólo soy un modelo porque mi estado por mi accidente me ha permitido desarrollar solidaridad, y pensar más en la justicia. Por mi diversidad funcional he obtenido nuevas capacidades. He aprendido a aceptar imperfecciones, limitaciones, dinamismo y capacidad de cambio.

Los seres humanos con diversidad funcional se sienten más vulnerables. Pero la vulnerabilidad es buena porque crea comunidades de personas que se ayudan, y favorece el progreso. Critica la ley del m ás fuerte que define el capitalismo. La diversidad del mundo crea un modelo humanístico que dependemos de unos y de otros. La discriminación no es material o del medioambiente. El problema es social, cultural, e ideológico. También la diversidad funcional es un proceso, que define un mundo dinámico que cambia a lo largo del tiempo. El ser humano es vulnerable desde su inicio. En el paleolítico, las personas iban a cazar en grupo y así se aseguraban de que todos estuviesen sanos. Siempre hemos tenido el sentido de la cooperación por eso hemos creado gobiernos, ciudades, y comunidades. Por eso siempre hemos convivido en comunidad.

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